Intenté buscar una manera de poder encontrar una puerta o ventana por dónde poder escapar, fui al piso de arriba y habían algunas ventanas con las que rompiendo su madera podría escapar satisfactoriamente, pero la única pega era que ¿cómo me iba a tirar desde tal altura? Podría matarme desde ahí y no quería eso, solo salir de ahí pero para vivir y ver el mundo que me esperar, el calor del sol, el agua de las piscinas en verano y todo lo que me gusta a mi.
Volví al piso de abajo y me dirigí a una especie de cocina que había y me fijé en la pared que era como de porcelana y recordé que cuando pasaba por delante de esa casa/ colonia, tenia las paredes que eran rompibles y podían ser trituradas con un mazo o con algo resistente, así que me dediqué a buscar un mazo, porqué pensé que con una silla no haría nada de nada, solo hacerme daño, porqué antes se rompería la silla que la pared. Me fui al comedor busqué y busqué, entre un sofá asquerosamente asqueroso lleno de polvo y de porquería, busqué en la chimenea que había que tenia un montón de papeles podridos y entonces me llevé unos cuántos porqué vi cosas que me interesaban. Recorrí toda la casa de nuevo unas dos horas y no encontré nada, así que me dejé caer en el suelo de cansancio y rendida por no tener éxito en la busca del mazo, pero, levanté la vista un instante y me fijé que la chimenea tenia unos barrotes de hierro fuerte en forma de L con lo cual la punta era una especie de pincho, así que lo arranqué después de tropecientos mil golpes con todo lo que veía hasta con mis propias patadas hacia él, y al fin romperlo para poder sacarlo.
Me dirigí a la cocina y dí unos cuánto golpes a la pared y empecé a derrumbarla poco a poco, y de un minuto a otro empezaba a ver todo lo que describí anteriormente, era maravilloso.
K.x